domingo, 9 de mayo de 2010

Dificultad para Oleg Salenko

De aquel récordman a éste que debe saldar deudas. Oleg Salenko, el recordado goleador ruso, se encuentra en una situación económica compleja y anunció que hay una posibilidad de vender su Botín de Oro. El ruso fue el máximo goleador del Mundial Estados Unidos 1994 con 6 tantos, igualado con el búlgaro Hristo Stoichkov. Además posee un récord en la historia de los mundiales: es el único jugador en marcar 5 goles en un partido. Fue en el 6-1 a Camerún por la primera ronda. Más allá de destacarse en ese Mundial, nunca pudo recuperar su nivel y se retiró en 2001, aquejado por una grave lesión en su rodilla derecha.
Al poco tiempo de terminada su carrera profesional, comenzó a participar en la selección rusa de fútbol playa, de la cual todavía participa, y a comentar partidos para una cadena televisiva ucraniana. Más cerca en el tiempo, decidió incursionar en el terreno de los negocios, pero todo se le derrumbó a razón de la crisis económica que azota al planeta desde el año 2008. Salenko admitió haber recibido una oferta de medio millón de dólares proveniente de los Emiratos Árabes, pero no confirmó su visto bueno a la propuesta. Las cosas no son como antes, la suerte le dio la espalda. Como última alternativa para resurgir económicamente, el goleador ruso venderá su trofeo más preciado, ese que prueba que alguna vez estuvo en la cima del fútbol.
Oleg Salenko embarcó su sueño futbolero allá por 1986 en el Zenit de Leningrado (hoy Zenit de San Petersburgo) donde jugó tres temporadas para pasar en 1989 al Dinamo de Kiev (en ese entonces perteneciente a la Unión Soviética). En el equipo ucraniano disputó cuatro temporadas que le valieron su traspaso al conjunto español Logroñés en 1992, en el cual permaneció hasta 1994, año de su consagración como goleador del Mundial. De allí recaló en Valencia ese mismo año y Glasgow Rangers de Escocia en 1995, ambos con poca suerte. Ya un poco alejado de su nivel superlativo, arribó al Istanbulspor de Turquía, un equipo de poco renombre. En 1998 sufrió la dura lesión en la rodilla derecha y nunca más pudo volver a recuperar sus momentos felices en el fútbol, aunque intentó en Córdoba de España (1999-2000) y Pogón Szczecin de Polonia (2000-2001), equipo en el que vistió la camiseta sólo una vez para finalizar su vertiginosa carrera ese mismo año.
En su cabeza vagarán los recuerdos de Estados Unidos, sus goles en el Dinamo de Kiev, sus días gloriosos en el Logroñés, pero ahora lo que queda es un momento poco deseable, en el que la única salvación es su logro más preciado.

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